
Los principiantes en la cocina suelen cometer errores básicos como quemar los alimentos o pasarse de cocción. Con esto conlleva que el sartén comience a tornarse oscuro y tenga una especie de quemaduras, aunque estos estén elaborados para resistir altas temperaturas el exceso de calor y comidas que se quedan pegadas lo dañan. Pero una cosa que influye en su deterioro es su mal uso, es de suma importancia saber cual es mejor para cocinar ciertos alimentos.
Para todo hay un sartén: No todo puede cocinarse en las mismas ollas, por ejemplo el aluminio no es el mejor conductor de calor ya que se calientan muy rápido. Cuando un filete o un tozo de salmón se ponen en contacto, inmediatamente comienza a salir una gran cantidad humo. Para este tipo de comidas anteriormente mencionadas no es recomendable ya que se debe agregar mucho aceite para que no se pegue.
Otro material que no es nada recomendable en un sartén es el hierro fundido, igualmente con el anterior es un mal conductos de calor, pero a diferencia que se calienta muy lento. Pero por su forma pausa de llegar altas temperaturas es perfecta si se desea hacer una verdadera costra marrón en el salmón.
Acero inoxidable revestidos tienen un núcleo de aluminio o una placa que se intercala entre dos capas de acero inoxidable. El beneficio de acero inoxidable es que es no reactivo. Es decir, los metales como el aluminio se empaña y difundir gustos metálicos para alimentos ácidos, mientras que el hierro fundido se oxidan si se deja en agua.
Un paso bastante importante es siempre agitar o mover los alimentos mientras se encuentra en el proceso de cocción, aunque las más idóneas son los de teflón siempre se debe estar atento a lo que se hace. Ningún sartén hace milagros sino se presta la debida atención a lo que se hace. Además de comenzar a cocinar con temperaturas bajas y luego avanzar a fuego medio.
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