jueves, 11 de agosto de 2016

La vitamina A previene la ceguera nocturna


La Vitamina A liposoluble, según investigaciones científicas, ha demostrado ser esencial para prevenir la ceguera nocturna.
Dentro de sus beneficios destaca además, el ser un adecuado agente para el crecimiento y funcionamiento del sistema inmunitario, además como es más reconocido, para mantener la piel y las mucosas sanas, pues participa en la síntesis proteica y en la diferenciación celular.
Al faltar esta en el organismo en la dieta, provoca una enfermedad denominada xeroftalmia, la cual es la principal causa de ceguera en los niños y todavía frecuente en muchas partes del mundo.
Los síntomas o señales visibles de esta enfermedad, se identifican a través del desarrollo de úlceras en los ojos, visualizando que la córnea se vuelve opaca, produciendo así la ceguera.
Su falta también disminuye la resistencia a las infecciones y produce alteraciones digestivas, nerviosas, musculares y en la piel.
En los alimentos se presenta en dos formas:
Como retinol (vitamina A ya preformada), específicamente en aquellos de origen animal como: hígado, leche entera y mantequilla, principalmente.
Ahora, como los carotenos pueden ser convertidos en retinol en el organismo, estos se encuentran en los vegetales, especialmente en las verduras y hortalizas: zanahorias, espinacas, tomates, etc. y en algunas frutas.
Es por ello que al profundizar en la actividad de la vitamina A, esta se expresa de manera equivalente al retinol (ER), y debe ser medida en microgramos, como se miden el retinol y la contribución de los carotenos.
Los carotenos son pigmentos de color rojo, amarillo, naranja, etc., los cuáles se han encontrado aislados en cientos de alimentos de origen vegetal, (más de 500).
A pesar de este numeroso grupo, sólo unos pocos de ellos pueden convertirse en retinol o vitamina A. Hemos oído o leído acerca del beta-caroteno, el más activo de este grupo de alimentos, el cual destaca entre otros como: carotenoides provitamínicos A ó alfa-caroteno, ganma-caroteno y beta-criptoxantina.
Estos además de su función como provitamina A, también actúan como antioxidantes yanticancerígenos en el organismo, jugando un importante papel preventivo en algunas enfermedades degenerativas.
Sin embargo al considerar un efectivo antioxidante, o carotenoide, no podemos obviar la luteína, que se encuentra en acelgas, espinacas, apio verde y brócoli.
Sin duda alguna es un antioxidante mucho más potente que el beta-caroteno, porque además actúa como factor de protección en la degeneración macular, una enfermedad ocular muy frecuente en las personas mayores.

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