Cuando se hace una preparación como una ensalada o wrap de pollo no siempre la lechuga que se saca es totalmente utilizada. La conservación de alimentos es sumamente importante para que al servirlo estén lo más fresco posible. Cuando se hace una preparación de un día para otro todos los vegetales o frutas deben mantenerse en buen estado.
Para que la lechuga mantenga por más tiempo su intenso color verde y sus hojas mantengan su textura crujiente al momento de cortarla es importante picarlas con las manos. Esto ayuda a que el corte sea de forma natural y no se oxide tan rápido. En cambio cuando se cortan con un cuchillo esta suele marchitarse más rápido debido a que el contacto con el acero del cuchillo las hojas se ponen oscuras. Este es el truco mejor guardado por los grandes chefs de cocina.
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