
El tomate cherry es una variedad de la conocida hortaliza que se distingue por su tamaño pequeño, piel tersa y un interior blando, jugoso y con un dulce néctar que cautiva y enamora paladares con su particular y delicioso sabor. La diversidad de este tipo de tomate es amplia en sabores, formas y paletas de colores, incluyendo el de rama, pezón de Venus o pera, en forma de ciruela, amarillos, verdes, negros y los típicos rojos intensos.
Tanto en la piel como en el interior alberga una cornucopia de bondades y nutrientes que incluyen la vitamina A, B, C, E, K, hierro, calcio, fósforo, magnesio, zinc y ácido fólico; el consumo de ésta hortaliza ayuda a la salud de los músculos y los nervios, así como también propicia un esta óptimo de la vista. Por si fuera poco, el tomate cherry ayuda fortalecer el sistema inmunológico y es un excelente aliado contra la prevención de enfermedades cardíacas y el cáncer.
Aprovechar los beneficios del consumo de tomate cherry es muy fácil ya que el escaparate de recetas, en las que se puede disfrutar es sumamente amplio: En ensaladas, al horno, en bruschetas, mermeladas, asados, acompañados con aceite de oliva, en pizzas, salsas, espumas, cremas, sopas, gazpachos… Cocidos, horneados o crudos; acompañados o solos.
El consejo: Conservar tomates cherrys por varios meses es muy sencillo. Lo ideal es llevarnos al horno—a temperatura baja— un par de horas con azúcar, pimienta, tomillo, romero, sal y un solo un poco de aceite oliva. Luego, hacer con ellos una conserva introduciéndolos en un envase hermético y cubrir hasta el tope con aceite de oliva. Posteriormente, colocarlos a baño de maría por varios minutos. Esta preparación le vendrá muy bien a pastas, ensaladas,bruschetas o pizzas.
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