sábado, 30 de mayo de 2015

El Eucalipto









Actualmente se conocen al menos unas 450 especies dentro de este género, y los bosques de eucalipto dominan el oeste australiano, de donde es originario. Es una planta de carácter arbóreo, y puede llegar a medir hasta 100 m. Las hojas del eucalipto poseen unas características específicas, tienen un color blanquecino y son perennes, pero su característica primordial es indudablemente su peculiar aroma. Las flores del eucalipto son pequeñas y blancas y sus frutos son grandes y muy oscuros, generalmente muy cargados de semillas.
Es usado principalmente en la producción papelera por su rápido crecimiento, lo que lo convierte en un árbol muy rentable. No obstante, suelen empeorar las condiciones del terreno donde se encuentran y dificultar la vida de otras especies; por esta razón suelen plantarse en terrenos que no puedan explotarse agrícolamente. De igual forma, en muchas de las especies se aprovecha la gran cantidad de resina que producen; en el ámbito de la medicina, algunas variedades producen una resina rojiza oscura utilizada como fármaco cicatrizante, curtiente y astringente. Del eucalipto pueden obtenerse también aceites, tinturas y gomas. Se encuentran diseminados por todo el mundo, se adaptan a diversas condiciones gracias a sus largas raíces. Aunque soportan fácilmente las temporadas más secas, son más susceptibles a los fríos extremos y heladas.
El aceite de eucalipto tiene muchos usos medicinales como descongestionante y expectorante eninfecciones respiratorias del tracto superior o inflamaciones, así como también para varias afecciones musculares y esqueléticas. El aceite se encuentra en muchos jarabes comerciales y pastillas para chupar, y también en inhaladores de vapor, ungüentos, algunos enjuagues bucales y preparados dentales. En veterinaria, se usa el aceite de manera tópica por sus propiedades antibacterianas. El aceite es usado también como un aromático en jabones y perfumes y como saborizante de alimentos y bebidas.

Beneficios del Eucalipto

Gripasresfriadosbronquitisasmatosanginas de pecho: Preparar infusiones con sus hojas, con una relación de cinco gramos de hojas por cada litro de agua. Se recomienda tomar unas tres copitas al día.
Para tratamientos contra la bronconeumonía y otras afecciones de los bronquios es recomendable realizar el cocimiento de hojas de eucalipto, romero y bastante ungüento mentolado, acercar el rostro y recibir directamente los vapores emanados. También se puede complementar el tratamiento aplicando aguardiente alcanforado de las rodillas a los pies y cubrir para mantener suficiente calor. El aguardiente alcanforado se prepara agregando el alcanfor al aguardiente y dejarlo reposar por una noche.
Afecciones de la garganta : Preparar diez gramos de hojas frescas por cada medio litro de agua, dando un hervor. Utilizar esta preparación en gargarismos. Sirve también para desinfectar la boca.
Para combatir la tuberculosis se recomienda macerar un puñado de hojas de eucalipto hasta obtener aproximadamente una cucharada sopera, la cual se deberá mezclar con una porción de hojas de bledo también maceradas. Agregue la mezcla a 2 tazas de agua hirviendo y deje infundir por diez minutos. Puede tomar de 2 a 4 pocillos al día.
Bronquitis, tos y pulmonía : Hacer evaporaciones con hojas de eucalipto en las habitaciones de los enfermos. Para efectuar estas evaporaciones se hierven tres litros de agua, añadiendo cien gramos de hojas de eucalipto, renovándolas cuando hayan perdido su aroma.
Reumatismo crónico: El baño caliente con hojas de eucalipto sobre la parte afectada, de forma continuada genera una alivio rápido y efectivo.
Para aquellos dolores ocasionados por las venas varices es recomendable mezclar 30 gramos de hojas de eucalipto y la misma cantidad de hojas de nogal, hervirlos y luego aplicar las hojas a manera de emplastos sobre el área afectada, esto sin duda calmará el dolor y disminuirá la inflamación.
Tos : Con un puñado de eucalipto, un puñado de llantén y un puñado de tomillo (recordamos que un puñado es lo que coge con los dedos de las manos). Se calientan las hierbas en una taza de agua con el jugo de medio limón, con cáscara y pulpa, pero sin semillas. Se deja reposar, se cuela, se endulza con miel de abejas y se toma al levantarse y acostarse.

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