sábado, 25 de abril de 2015

El Gran Mozart


La salud de Mozart fue siempre precaria. Desde su infancia, padeció de reumatismo, bronquitis, neumonía, amigdalitis, viruela, fiebre tifoidea y otras. Los síntomas previos a su final, comenzaron con su visita a la ciudad de Praga (República Checa) para revisar cómo estaba rindiendo su nueva ópera "La clemenza di Tito". Cuando volvió a Austria, su salud se fue deteriorando poco a poco, mostrándose pálido, indispuesto y muy deprimido, aunque siguió trabajando y completó su "Concierto para clarinete", el encargo del "Réquiem" y el estreno de "La flauta mágica" el 30 de septiembre de 1791. 
Mozart llegó a confesarle a su mujer, Constanze, que no iba a durar mucho tiempo, que estaba componiendo el "Réquiem" para sí mismo y que estaba seguro de que había sido envenenado. Posteriormente tuvo un breve período de recuperación tras dejar de trabajar en el "Réquiem" y completar una cantata. Pero pronto volvió a sentirse mal, con hinchazón en las manos y los pies, dolor y vómitos, que le obligaron a permanecer inmovilizado en la cama desde el 20 de noviembre. 
Mozart no perdió la consciencia hasta dos horas antes de morir. Pidió que le llevaran la partitura del "Réquiem" a la cama, volviendo a afirmar que lo había escrito para sí mismo, e incluso cantó una parte sobre las dos de la tarde, acompañado en la interpretación por otros familiares y amigos. 
https://www.youtube.com/watch?v=vATwifngNnQ
El misterio de Mozart.
By Nefertiti7277

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