Fue
una gran experiencia y una gran emoción, hace muchos años,
recibir en nuestra pequeña posada a gente de la talla de Jesús Soto y de
Carlos Cruz Diez, dos grandes artistas venezolanos cotizados en el
mundo entero.
Había en esa época, tal vez unos 20 o más años un intercambio permanente entre la universidad, los artistas, sobre todo tovareños y la gobernación del estado con personajes como ellos y otros como Pedro León Zapata, Rodrigo Riera y muchos valiosos venezolanos.
Gracias a nuestro amigo Iván Vivas, un tovareño amante del arte y con una gran amistad con grandes artistas, logramos entrar en ese gran mundo del arte y la cultura, como humildes representantes de la gastronomía y el alojamiento en nuestro estado. Así los conocimos y visitaron nuestra pequeña posada, incluso cocinamos en sus casas, Peter tocó la guitarra y cantó con Soto que fue un gran amante de la música, sobre todo boleros, con el gran Rodrigo Riera y con la familia de Carlos Cruz Diez, quiénes son todos muy músicales, fueron épocas de Oro para muchos de nosotros.
El amor por Mérida de estos grandes venezolanos como los maestros Soto y Cruz Diez los llevaron a comprar terrenos y construir sus casas de campo, incluyendo un taller en Bailadores. No puedo con palabras contarles las veladas maravilosas que pasamos junto a ellos en innumerables ocasiones, mientras cantaban o interpretaban canciones instrumentales junto a Peter yo tuve el honor de cocinar para todos.
Así como les cuento, el amor por nuestro estado creció en sus corazones y el maestro Cruz Diez donó durante el gobierno de Williams Dávila una obra llamada INDUCCIÓN CROMÁTICA DOBLE FAZ, la misma fue instalada en el aeropuerto Alberto Carnevalli de la Ciudad de Mérida, el cuál para ese momento estaba en pleno uso. El mismo quedó inactivo hace unos 4 años y lógicamente la escultura con el. En el mandato regional del señor Diáz Orellana, quién al parecer es piloto de avión y un enamorado de las motos, le dió un uso al aeropuerto completamente inadecuado. Delante de parte de la escultura, se construyeron hángares privados e incluso en algún momento la pista sirvió para exposición de motos.
El aeropuerto sigue inactivo y muy probablemente por mucho tiempo, la escultura como era de esperar se ha ido deteriorando y es el deber ser de los merideños restaurarla y reubicarla para el disfrute de todos en general y para honrar al maestro Cruz Diez que con tanto cariño y desprendimiento nos la regaló. Seguramente que muchas personas hoy en día no saben que esa obra se encuentra en Mérida y algunas tampoco sabrán quién es este ilustre venezolano.
Había en esa época, tal vez unos 20 o más años un intercambio permanente entre la universidad, los artistas, sobre todo tovareños y la gobernación del estado con personajes como ellos y otros como Pedro León Zapata, Rodrigo Riera y muchos valiosos venezolanos.
Gracias a nuestro amigo Iván Vivas, un tovareño amante del arte y con una gran amistad con grandes artistas, logramos entrar en ese gran mundo del arte y la cultura, como humildes representantes de la gastronomía y el alojamiento en nuestro estado. Así los conocimos y visitaron nuestra pequeña posada, incluso cocinamos en sus casas, Peter tocó la guitarra y cantó con Soto que fue un gran amante de la música, sobre todo boleros, con el gran Rodrigo Riera y con la familia de Carlos Cruz Diez, quiénes son todos muy músicales, fueron épocas de Oro para muchos de nosotros.
El amor por Mérida de estos grandes venezolanos como los maestros Soto y Cruz Diez los llevaron a comprar terrenos y construir sus casas de campo, incluyendo un taller en Bailadores. No puedo con palabras contarles las veladas maravilosas que pasamos junto a ellos en innumerables ocasiones, mientras cantaban o interpretaban canciones instrumentales junto a Peter yo tuve el honor de cocinar para todos.
Así como les cuento, el amor por nuestro estado creció en sus corazones y el maestro Cruz Diez donó durante el gobierno de Williams Dávila una obra llamada INDUCCIÓN CROMÁTICA DOBLE FAZ, la misma fue instalada en el aeropuerto Alberto Carnevalli de la Ciudad de Mérida, el cuál para ese momento estaba en pleno uso. El mismo quedó inactivo hace unos 4 años y lógicamente la escultura con el. En el mandato regional del señor Diáz Orellana, quién al parecer es piloto de avión y un enamorado de las motos, le dió un uso al aeropuerto completamente inadecuado. Delante de parte de la escultura, se construyeron hángares privados e incluso en algún momento la pista sirvió para exposición de motos.
El aeropuerto sigue inactivo y muy probablemente por mucho tiempo, la escultura como era de esperar se ha ido deteriorando y es el deber ser de los merideños restaurarla y reubicarla para el disfrute de todos en general y para honrar al maestro Cruz Diez que con tanto cariño y desprendimiento nos la regaló. Seguramente que muchas personas hoy en día no saben que esa obra se encuentra en Mérida y algunas tampoco sabrán quién es este ilustre venezolano.
He iniciado
una campaña a través de las redes sociales, solicitando la reubicación
de esta obra tan importante, espero me apoyen. Usen el HT en Twitter #reubicacionobramaestroCruzDiez, tal vez logremos remover algo en nuestras autoridades.
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