jueves, 21 de julio de 2016

Qué extraordinario es no tener la menor idea
de lo que está a punto de ocurrir!
¡Qué extraordinario es dejar que la vida te sorprenda!
¡Qué extraordinario es despertar cada mañana
como un recién nacido,
despojado del pasado,
y saber que todo ocurrirá exactamente
como debe de ocurrir!
Saber que no hay nada más elevado, nada más espiritual
ni más noble que levantarse cada mañana de la cama,
cepillarse los dientes, vestirse e ir a dar un paseo
sabiendo que no hay nada que entender.
Vivir cada día, cada hora y cada momento,
sabiendo que este es siempre tu último día, tu última hora
y tu último momento.
Y saber también que el último día es el primero.
Ver la Presencia en todas y cada una de las cosas.
Contemplar el mundo
y ver en él tan sólo el reflejo de un amor que no tiene nombre.

- Jeff Foster

No hay comentarios:

Publicar un comentario