Todos tenemos lunares, algunos más, algunos menos, pero, en general, es algo sumamente común en el cuerpo humano. Si te analizas en detalles podrás observar cuántos lunares tienes, al menos de forma aproximada ya que puedes perder alguno de vista. Pero, ¿Sabes cómo distinguir los buenos y los malos lunares?
Aquí te damos un formulario que te que te va a ayudar a identificar tus lunares:
¿QUÉ BUSCAR?
Este ABCDE te va a ayudar:
Asimetría. No son de forma circular u ovalada
Bordes irregulares. Rugosos y mal definidos
Colores distintos. Más de dos.
Diámetro mayor que 6 mm. Más grande que la goma de borrar que llevan los lápices.
Evolución en el tiempo. ¿Notaste sangrado, picazón o aumento de espesor?
Lo primero es revisarse. Es simple, pero necesitarás dos espejos -uno de pared y otro de mano- y una dosis de tiempo y paciencia. Como pueden estar en el cuero cabelludo, en las axilas o en el paladar, la revisión tiene que ser exhaustiva.
Después, sigue el método del “patito feo” con el ABCDE: ¿hay alguno que sea muy diferente del resto? Y por último, presta atención a la aparición repentina de nuevas marcas. Una vez que hayas tomado nota del resultado del autoexamen, pide cita con el dermatólogo y, mientras, protégete del sol porque la exposición a la radiación influye en el desarrollo de lesiones cancerígenas.
TIPOLOGÍA
Hay para todos los gustos -o disgustos-, pero no porque sean feos son malos:
Chatos: parecen una mancha o una peca importante. No todos son marrones, hay azules, rojos y blancos.
Verrugosos: son elevados y blandos, no suelen ser malignos. Si se lastiman con el roce, se pueden extirpar.
Con pelo: la presencia del pelo no indica en sí un riesgo, se pueden depilar u operar por motivos estéticos.
BAJO LA LUPA
Con la ayuda de un dermatoscopio, un aparato con gran aumento, el médico hace una inspección visual exhaustiva. Si el dermatólogo encuentra lunares sospechosos, va a querer ver la evolución de alguno, y puede indicar un estudio de microscopía de epiluminiscencia digital o DIAR-D para acceder a estructuras invisibles para el ojo humano. No molesta, puede durar hasta una hora y permite contar con un registro fotográfico digital de cada marca que mejora el diagnóstico.
EXTRACCIÓN
Si el dermatólogo sospecha de algún lunar, te va a pedir hacer una biopsia. No te asustes: cuando el diámetro de la lesión es menor que 2 centímetros, la extracción es total, lleva media hora y es bajo anestesia local. El resultado puede tardar entre una semana o un mes, pero si las sospechas de malignidad son altas, el médico le pedirá al patólogo prioridad para acelerar el tratamiento. En general, si no es un caso avanzado, es suficiente con ampliar los márgenes de la extracción, solo a veces es necesario extirpar los ganglios linfáticos o realizar un tratamiento específico con drogas o radioterapia.
S.O.S.: ¿SE MULTIPLICAN?
Todavía está en estudio, pero se cree que el desarrollo de los lunares está relacionado con factores genéticos sumados a factores ambientales, principalmente las radiaciones ultravioletas. Es normal que, con el tiempo, salgan nuevos o que los existentes vayan cambiando en forma progresiva, pierdan pigmentación o se levanten levemente. Pero ante la aparición de un nuevo lunar, consulta al dermatólogo, independientemente de la visita anual de rutina.
Cuantos más nevos tiene una persona -especialmente los de características poco comunes-, mayor es la posibilidad de que aparezca un melanoma. Entonces, si te cuentas más de cien lunares, eres muy blanca, pelirroja o tienes ojos claros, estás dentro de la población de riesgo: no te asustes, simplemente sé metódica en los controles.
HAZTE UN AUTO-CONTROL
Este test acompaña pero no reemplaza la visita al médico, podés probar con:
App FotoSkin . Desarrollada por el laboratorio ISDIN y disponible para iOS y Android, propone hacerte selfies de tus lunares y agruparlos en un mapa interactivo de tu cuerpo. Tiene varios test y va almacenando la información automáticamente.
La Roche-Posay Tiene la campaña “Convertite en un skinchecker ” y ofrece en su web una plantilla para hacer el test ABCDE y relatos de mujeres que cuentan, con fotos y videos, cómo se descubrieron el melanoma o cómo trataron sus lunares.
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