El confinamiento durante 45 años de la orca Lolita en el Miami Seaquarium, en el sur de Florida, motivó hoy una nueva demanda con la que organizaciones ambientalistas buscan revocar la licencia del establecimiento.
La demanda fue presentada hoy en una corte federal de Carolina del Norte por la organización Personas a favor del Trato Ético a los Animales (PETA, por su sigla en inglés) y otros grupos ambientalistas contra el Departamento de Agricultura estadounidense (USDA).
Los demandantes instan a esta agencia federal “despojar” de la licencia al nuevo dueño del Miami Seaquarium, al considerar que la transferencia del negocio incumple las normas federales.
“El nuevo propietario del Miami Seaquarium simplemente no califica para un permiso para esta instalación, cuando hay sufrimiento de una orca confinada ilegalmente en un pequeño pozo de cemento”, denunció en un comunicado Jared Goodman, director de la Fundación PETA.
Goodman instó a la corte a “despojar a esta deplorable instalación de su licencia obtenida ilícitamente y poner a Lolita en el camino hacia la libertad después de más de 45 años de cautiverio y explotación”.
La demanda de hoy se suma a otra presentada en julio de 2015 por PETA y las asociaciones Fondo para la Defensa Legal de los Animales (ALDF) y Orca Network al considerar que las condiciones de cautiverio de la popular orca Lolita “violan” la Ley de Especies en Peligro (ESA).
El confinamiento de la popular orca, según los demandantes, viola la ESA, una normativa que prohíbe que los animales incluidos en la lista sufran “daño, sean heridos o acosados”.
Los activistas defensores de la liberación del animal defienden que Lolita debe ser reunida con sus familiares y antiguos miembros de su manada, los cuales se ha descubierto que aún navegan por aguas de las islas San Juan, en el estado de Washington.
La edad máxima alcanzada por este cetáceo oscila entre ochenta y noventa añosen las hembras y cincuenta a sesenta años en los machos.
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