El ají picante también conocido como, chile, pimiento o morrón proviene de América Central y América del Sur, pero en la actualidad es cultivado en todo el mundo. Es una planta 30 a 60 cm. de altura y su fruto es de color rojo o amarillo. Estas especias son ricas en vitamina A, en vitamina C y en minerales como el hierro y el potasio. Además, la capsaicina ayuda a destruir el colesterol malo que obstruye las arterias y mantiene el colesterol bueno que remueve cualquier atasco.
La capsaicina, en su estado puro alcanza una cifra de 16 millones, por lo tanto, no es recomendable para uso culinario ni medicinal. De hecho, por su intensidad está prohibido su consumo en la Unión Europea. Lo sorprendente es que puede usarse como un arma química, en formato spray.
En el tiempo de los aztecas utilizaban el ají como calmante para el dolor de dientes debido a su función analgésica. También combate microbios, ya que, el chile picante elimina el 75% de estos patógenos. Así es como en India, Tailandia y China son usados por su poder antibacterial.
El consumo del ají picante se debe hacer con mucha precaución en personas que no estén acostumbradas, además, por ser muy irritante se debe eliminar en las personas con problemas estomacales, hígado, vías urinarias y trastornos de hemorragias, ya que empeoran las enfermedades, por ser el ají muy irritante.
El Ají, se puede consumir en diferentes platos, como parte de condimento de otros alimentos para realzar su sabor, y de las más variadas formas que nuestra imaginación nos permita. Cada región tiene distintas formas de prepararlo, pero en general se popularizaron dos maneras: el ajicero criollo y el ajicero de leche.
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